Javier
Sandoval Carbajal
Docente
universitario y psicólogo social comunitario
¿Qué
se debe entender por inclusión educativa?
La educación inclusiva reconoce
los derechos de los niños, niñas, adolescentes, adultos mayores y cualquier
ciudadano a recibir una educación de calidad por parte del Estado, sin embargo
se adaptan términos nuevos e interesantes; es decir, respetando su cultura y
dificultades observables y también psíquicas, asumiendo el reto que el proceso
de aprendizaje sea rico.
Sin
embargo, es difícil por la sociedad estereotipada en que vivimos
Debemos empezar a romper
estereotipos de quienes piensan que porque un niño presenta una dificultad o
limitación no está en la capacidad cognitiva de aprender, pero en realidad sí
lo hacen, dentro de sus propios ritmos y experiencias.
Otro estereotipo es que las
personas que puedan presentar una situación en particular, no son agresivas,
entonces lo que se debe cultivar en el hogar es la tolerancia, el respeto, el apoyo mutuo y colaboración, pues dentro del
proceso de educación inclusiva lo que se busca generar es el bien común; es
decir que dentro de los aprendizajes que cada uno de nuestros niños, adolescentes
y jóvenes puedan tener, nos sirva como una experiencia nueva.
A
pesar de las leyes que plantean incluir a niños con habilidades especiales y la
presencia de un psicólogo en cada institución educativa, esto aún no se cumple.
En realidad, el país ha
avanzado en aspectos normativos, lo cual es un aspecto importante, pero creo
que nuestras autoridades deben agregar un término indispensable que es el valor
político de hacer bien las cosas. Cuando no hay predisposición de generar
cambios tan importantes como la educación inclusiva, por más normativa avanzada
y desarrollada que tengamos no servirá
de nada.
Y aquí, entran una parte
fundamental dentro de la psicología, que es la información, muchas veces los
ciudadanos por la poca o nula información, presentan actitudes de discriminación
o de segregación, lo cual es penoso, porque está demostrado científicamente, en
investigaciones que los niños con habilidades diferentes no son un problema, en
realidad el problema somos nosotros que nos catalogan como normales, pero no
tenemos una visión de integración que al fin y al cabo es lo que nos une en una
sociedad debidamente democrática y educada.
Entonces
¿por dónde se puede generar esa ayuda?
Desde el aspecto psicológico,
es importante que este proceso de información se dé en todos los ciudadanos,
con el fin de que entendamos que las personas con habilidades especiales o
diferentes, tienen los mismos derechos y podemos aprender mucho de ellas.
Y el aspecto de acompañamiento
con nuestros niños y niñas, con algún diagnóstico de habilidades diferentes, es
un reforzador emocional muy fuerte, no solo para ellos, sino también para el
padre que ve que su hijo está avanzando, y ello refuerza el vínculo y
estructura familiar. Además ayuda a los padres a aceptar la situación porque
muchas veces ocurre la no aceptación de la realidad.
Por
ello es tan importante y fundamental que la familia esté bien informada
Todas las personas que tengan
un familiar con alguna dificultad emocional o física, siempre querrán ayudar,
pero es importante informarse dentro de este proceso de apoyo y acompañamiento.
Es cierto que en ocasiones, como padres, canalizamos todas nuestras esperanzas,
energías y cariño hacia nuestros hijos, pero no asumimos que es una persona con
sus propias emociones y capacidades, y si no llevamos adecuadamente este
acompañamiento puede generar un daño emocional, pues no lo preparamos para la
realidad o le facilitas todo. Entonces una cosa es motivarlos a que avancen, pero
no exponerlos a situaciones que generen frustraciones y hagan retroceder su
trabajo.
Por
otro lado, aparecen las necesidades educativas especiales que también deben ser
fortalecidas.
Para este tema, la persona
requiere un acompañamiento de un grupo de profesionales como psicólogos, pedagogos
para reforzar sus habilidades, pero también quienes somos catalogados como
normales, hemos presentado necesidades educativas comunes en el proceso de
aprendizaje, sin embargo hay quienes necesitan un acompañamiento especial y
dedicado.
Pero
hay muchos maestros que tienen todas las ganas de seguir aprendiendo, pero no
cuentan con los recursos y el Estado tampoco aporta.
Así es, el maestro no deja de
ser humano, y el propio sistema educativo que se ha estructurado,
lamentablemente no tiene como valor recuperar al maestro, las experiencias de
nuestro país han pasado desde establecer enfoques conductistas, de que por
repetir las cosas, se aprende, desde el constructivismo, en donde se señala que
el aspecto cognitivo, llámese matemáticas o lenguaje es lo principal, pero el
arte, educación física y otras materias, no son importantes. Sin embargo,
nuestra pluriculturalidad nos debe llevar a revalorar al maestro.
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