Fabián Vinces Salazar
Han pasado más de 100 días desde que todo el país entró en
cuarentena. Los medios de comunicación y las redes sociales diariamente han
registrado lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo de este período. Una de las
postales más recientes mostraba las largas filas de personas que se formaron el
día que volvieron a funcionar los centros comerciales.
Peligros de la vida posmoderna
Esta noticia trajo a mi mente la canción “Mario Neta” del grupo uruguayo Cuarteto de Nos. ¿La
razón? El tema resume en una línea ese afán consumista tan propio de los
tiempos posmodernos que corren: “y comprar lo que no sé si necesito, pero
quiero”. Y bueno, si de centros comerciales se trata, aquí otra parte (tan ad
hoc) de la letra:
“En la radio hay un aviso que me pide que le
pida plata a un banco.
Y, bueno, quizás un préstamo no viene mal;
justo estaba yendo al mall para ver qué puedo
comprar”.
Estimado lector, seguramente se pregunta por qué cito a un grupo
de rock en medio de una reflexión psicológica. Aquí mi respuesta: soy un
convencido de que las producciones artísticas y la sabiduría popular -en su
forma de refranes- son una gran fuente para entender al ser humano. No en vano
autores como Freud y Lacan nos remiten a ellos para exponer sus postulados. Grandes
obras como Hamlet, Fausto, y Crimen y castigo describen los grandes conflictos
de la humanidad. Por otra parte, el refrán “de broma en broma, la verdad se
asoma” bien podría resumir el texto “El chiste y su relación con lo
inconsciente”.
¿Aún tiene dudas? A continuación, la Rima LX de Gustavo Adolfo
Bécquer. Notará usted que este poeta español del siglo XIX describió con precisión
el pesar y la frustración que muchos experimentan hoy en este mundo que rinde
tributo al éxito y el desempeño excelente:
“Mi vida es un erial:
flor que toco se deshoja;
que en mi camino fatal,
alguien va sembrando el mal
para que yo lo recoja”.
Menos noticias, más poesía
En febrero de 2012, la Organización de Consumidores y Usuarios de
España (OCU) publicó un estudio sobre la
depresión y la ansiedad, cuadros que -según cifras de la Organización Mundial
de la Salud- afectan a más de 500 millones de personas. La rotunda conclusión
de aquel trabajo fue: más psicoterapia, menos pastillas.
Me permito darle vuelta a esta idea y hacer una sugerencia para
estos tiempos de pandemia, querido lector: desatienda un poco las noticias y
acérquese a la literatura y a la música. Si lo hace, encontrará en Vallejo una
manera de ver el mundo diferente: “Hoy me gusta la vida mucho menos, / pero
siempre me gusta vivir: ya lo decía” (Poemas humanos).
Sí, es cierto: hay días difíciles. Los que nos toca afrontar ahora
lo son más, qué duda cabe. Y puede que nos cueste dar batalla a la ansiedad, a
la frustración o al mal humor. Sin embargo, nunca debemos renunciar a la vida. Así
lo canta Miguel Ángel Peralta, más conocido como Miguel Abuelo: “más allá de
toda pena, siento que la vida es buena” (Lunes por la madrugada). Una vez
más, el buen rock viene a reconfortarnos.
Redes que vinculen, no que atrapen
Obviamente, la música y la literatura no siempre alcanzarán para acompañarnos.
Como seres sociales, necesitamos contactar con otros. Por ello, me permito otra
recomendación: use las redes sociales para comunicarse con las personas
significativas para usted.
No se quede atrapado entre tantas fake news y cifras de
muertes y contagios. Use WhatsApp, Zoom, Messenger, Google Meet o la aplicación
que prefiera para hablar con sus amigos y familiares. Y es que, como dice el
refrán, “una pena entre dos es menos atroz”.
La palabra tiene un enorme poder; tanto así que constituye la
herramienta fundamental de los psicoterapeutas. A fin de cuentas (como bien lo
definió Anna O., célebre paciente de Freud), la psicoterapia resulta ser “la
cura por el habla”.
La vida, ese gerundio
Para terminar, permítame compartir con usted dos hallazgos
importantes en mi práctica como psicoterapeuta. Quizás le ayuden a enfrentar de
mejor manera aquello que muchos llaman “la nueva normalidad”.
Primero: la vida es un gerundio. Gramaticalmente, el gerundio
enuncia una acción en curso. En tal sentido, podemos decir que la vida se trata
de seguir haciendo, aprendiendo, mejorando, creciendo. En otras palabras, se
trata de seguir realizándonos día a día.
Segundo: la vida se trata de estar bien “a pesar de”. Por ejemplo,
hoy debemos seguir estando bien, a pesar de las contingencias propias de esta
pandemia que nos toca enfrentar. Mañana nos tocará seguir estando bien, a pesar
de lo difícil que será volver a nuestras actividades habituales. Y así sucesivamente.
Concluyo con la esperanza de que estas líneas le hagan sentido y
le ayuden a enfocar las cosas desde una perspectiva diferente. Si llegó hasta
aquí, muchas gracias por su atención.
Sobre el autor
-
Psicólogo clínico y
terapeuta psicoanalítico con más de 15 años de experiencia clínica en el ámbito
privado e institucional.
-
Capacitador en temáticas
de salud mental y facilitador de talleres de desarrollo de personas y equipos
de trabajo.
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