Como una lluvia de ideas o mejor dicho, como muchas piezas de lego sueltas listas para crear una estructura, una construcción propia, quizás no tan elaborada, pero sí con una gran funcionalidad. Así dimos inicio, hace ya un año a Normalmente Diferentes.
Fue una
decisión cien por ciento tomada con responsabilidad, con las energías
suficientes y la "espalda", lo suficientemente fuerte, para afrontar
todo lo que conlleve a ser pioneros, al menos en Piura, en abordar socialmente
y sin fines de lucro, temas tan inmersos e instaurados en nuestra sociedad.
Empezamos
agradeciendo mucho a cada uno de los invitados que hemos tenido en las
distintas plataformas en donde trabajamos y lo seguimos haciendo: radio, redes
sociales, televisión y prensa escrita.
Si
hacemos una evaluación de todo lo conseguido, podemos resumir que son muchos
corazones de familias más aliviados frente a diagnósticos, frente a palabras de
especialistas, frente a sospechas de estar ante la neurodiversidad.
Y
menciono "más aliviados" porque a veces, cuando uno se siente solo,
es más duro salir adelante, pero cuando vemos que somos muchos más quienes a
diario convivimos con nuestros familiares y amigos evaluados y considerados
dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), automáticamente nos llega un
sosiego y la fe se vuelve más intensa.
Como
pilares de este proyecto contamos con información, testimonios, comunicación
y/o divulgación y, como cuarto pilar, la inclusión. Es por eso que
trabajamos engranados con la sensibilización y la verdadera
concientización. Tratamos de transmitir esa idea de que
para evolucionar no sólo hay que inventar máquinas curiosas, sino perpetuar el
respeto, la tolerancia, la ayuda desinteresada y el reconocimiento de
pertenencia a una sociedad, pues todos somos parte activa de la superación y el
aprendizaje de este prójimo.
Asimismo,
para quienes tenemos la bendición de ser mamá, abuelo, hermano, padre, tío,
amigo, profesor, terapista, médico, etc. de una persona autista, nos compete
aprender a cada instante del ser humano que tenemos a nuestro cargo, de la
personita a quien estamos no sólo colmando sus necesidades básicas y físicas,
sino sus necesidades de afecto, de ternura y de amor del bueno, sentimientos
que valgan verdades, nos vienen a enseñar y nos superan con creces demostrando
el amor, incluso sin mirarnos, sin hablarnos, sin rozarnos. Y es que el
amor más supremo, rebasa las clásicas formas de demostrarlo.
Autismo,
empieza con A, de ansiedad pero también con A de amor. Con A de asustadizo,
pero también con A de alegre. Con A de angustia, pero también con A de
aventura. Autismo se escribe con A de abrumador, pero también con A de
adelante. Una U de uniformidad, pero también se trata de una U de unión.
Una T de
trastorno, pero ojo que es la misma T con las que se escribe Tolerancia. Llegamos
a la I de invasivo, a la I de Inclusión. Se escribe con S de silencio, con S de
Salvador, mi hijo, mi fe, mi amor. Y va terminando con M de manías, con M de
misión. Les confieso que me cuesta resumir, pero es preciso culminar esta
palabra con la letra O de obstinado, con O de ordenado.
Y es que
nuestros cerebros funcionan de manera diferente, nuestras formas del ver el
mundo son muy particulares y no sólo en quienes son autistas. Y si es tan
difícil ponernos nosotros en el lugar de otros, entonces ¿cómo pretendemos que
ellos lo hagan? ¿Por qué estamos tan mal acostumbrados a ver siempre lo
"defectuoso", en lugar de comenzar valorando el gran tesoro que es
tener habilidades diferentes?
Nuestros
cerebros son potentes computadoras que nos controlan, por ende también
controlan la forma en cómo aprendemos, en cómo sentimos en cómo reaccionamos a
diversos estímulos.
Hemos
ido poquito a poco no sólo aprendiendo sino aceptando, pues hay mucha
gente autista. Por tanto, es crucial tener el conocimiento
adecuado. Las personas autistas, necesitan igual que todos nosotros, a
amigos, a personas que tengan realmente deseos y tiempo de conocerlos. El
autismo es una forma única de ver el mundo. Me atrevo a decir, que es la
mejor forma. Dejemos que ellos compartan esa misión de enseñarnos a sentir, a
observar, a deleitarnos contemplando lo que ya ni alcanzamos a ver.
Normalmente
Diferentes saluda con mucho amor, en estos días previos al 18 de febrero,
a todos quienes dentro del Espectro Autista, han sido diagnosticados con el
Síndrome de Asperger, un tipo de autismo de alto funcionamiento. Ojo que
así como el autismo NO es una enfermedad, ser Asperger tampoco lo es.
Sino que más bien es una maravillosa forma de interpretar el mundo.
Continuemos
haciendo camino, vamos con esperanza y convoquemos poco a poco a las
autoridades pertinentes que puedan ayudar a hacer algo más, todo suma, así como
suman estos previos al 18 de febrero: Día Internacional del Síndrome de Asperger
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